#Cancún.-Rosario González Gómez, presidenta de la asociación Pioneros, que hoy, acompañada de los primeros pobladores de Cancún colocaron ofrendas florales en el obelisco a los Pioneros, en el boulevard Colosio, en acto al que asistió la presidenta municipal interina Lourdes Latife Cardona Muza y dos regidores, en el que se tomaron las fotografías del recuerdo y partieron el pastel del 52 aniversario
En entrevista, Rosario recordó que Cancún se inició con un campamento que era el centro de mando entre las avenidas Tulum y Náder, en el que los pioneros sufrieron y trabajaron muy duro, apenas tenían señal de radio que llegaba de Cuba o de la Isla de Cozumel; “vivimos como niños de la selva y eso lo disfrutamos, porque no teníamos televisión; por eso nos íbamos a acampar y a pasar fines de semana en la playa, que también les tocó a nuestros hijos, pero no a los nietos, que ya son otra generación”, agregó.
Precisó que los Pioneros tienen la obligación familiar y moral de enseñarle a estas nuevas generaciones el trabajo que se hizo, porque los jóvenes y niños no la conocen; “es muy común para nosotros escuchar que a los que llegamos al principio nos va bien porque tenemos negocio y todo se recogía a paladas de oro, pero nuestros padres trabajaban día y noche; yo colaboré en el negocio familiar desde los diez años; hoy los niños que los ponen a trabajar duro piensan que los están explotando y no es así”, indicó.
La entrevistada expresó que ahora sucede todo lo contrario a lo que vivió desde niña, porque ya no es seguro a salir a disfrutar a un buen restaurante, porque no sabemos en que momento estemos mal sentados o parados donde algo ocurra; eso es una triste realidad, a la cual se le está pidiendo a las autoridades que hagan todo de su parte; se requiere acción, para que las cosas se puedan corregir.
Rosario recalcó que los Pioneros visualizan que el crecimiento no se detendrá; pero que mejore la seguridad porque hay extorsiones y cobros de derechos de piso; “tristemente hace unos meses tuve que vender mi negocio, mi empresa por la inseguridad; eso nos está pegando muy duro a nivel nacional”, enfatizó.
Declaró que tristemente nos estamos acostumbrando a vivir en medio de la inseguridad, porque no era a lo que estábamos acostumbrados; “yo salía de la escuela, secundaria, reparatoria, todas las familias nos conocíamos; podíamos salir, movernos, éramos libres. Si queríamos ver al novio íbamos al parque de Las Palapas, a misa a las seis de la tarde y al cine que estaba enfrente de la Iglesia y al lado el parque y las tortas, teníamos todo en Las Palapas, las bicicletas, las motos, ese era nuestro Cancún”, recordó.
Dijo que los domingos las familias se reunían en la playa, llevaban sus ollas de comida, las hamacas y se compartían e intercambiaban los alimentos, eran como una gran familia, en la que con los años ahora son adultos mayores, porque por lo menos tres generaciones han tenido ese amor y reconocimiento
En esta pandemia, comentó que tristemente han fallecido unos 15, de una lista de 279 Pioneros, por lo que el mensaje es seguir la historia viviente, porque su padre fue el proveedor de materiales de construcción de los inicios de la ciudad y ella sigue muy emocionada desde hace cuatro años que le dieron la presidencia de los Pioneros
Por último, Rosario González señaló que otra parte de la historia y trabajo, fueron las lágrimas de las madres en la noche, de familias en las que los hijos dormían hacinados sobre un colchón, sin pabellones; “nos untaban vick vapo rub en el cuerpo para que no nos picaran los moscos; no había provisiones, se tenían que traer de Mérida y Valladolid; se metían las víboras y alacranes a las casas, en las que se guisaba en fogones de leña con piedras; para parir las mujeres se tenían que ir a Chetumal o Mérida, porque no había atención médica”, concluyó.
