La muerte de Taylor Hawkins, baterista de Foo Fighters, cayó esta noche como una bomba entre el público que esperaba para ver a la banda de rock en el Festival Estéreo Picnic, en las afueras de Bogotá, donde al conocer la noticia muchos rompieron en llanto.
Los Fighters eran los llamados a cerrar este viernes la primera jornada del Estéreo Picnic, pero una hora antes de que subieran al escenario, la noticia de la muerte del baterista, anunciada por la propia banda en sus redes sociales, corrió como pólvora entre la multitud.
Antes de que empezara la presentación de los Black Pumas, los organizadores del festival y el líder de ese grupo salieron a anunciar la noticia y pidieron un minuto de silencio en homenaje al baterista, que fue respetado por un público conmocionado por lo ocurrido.
Diego Urbano, que vino de Perú solo para ver a Foo Fighters en concierto, dijo a Efe que prácticamente “llegaron y se encontraron el anuncio”.
Es “una escena muy triste porque llegamos al escenario a ver cómo era la cosa, y los técnicos y el ‘staff’ estaba llorando, desmontando las cosas”, señaló.
“Más allá del dinero perdido, los fans estamos quebrados”, aseguró un acongojado Urbano.
Hawkins (Fort Worth, Texas), que había cumplido 50 años el pasado 17 de febrero, fue hallado muerto en su habitación del hotel de Bogotá donde se hospeda la banda, según medios locales.
FOO FIGHTERS DEVASTADOS
“La familia Foo Fighters está devastada por la trágica y prematura pérdida de nuestro querido Taylor Hawkins. Su espíritu musical y su risa contagiosa vivirán con todos nosotros para siempre. Nuestros corazones están con su esposa, hijos y familia, y pedimos que su privacidad sea tratada con el máximo respeto en este momento inimaginablemente difícil”, manifestó la banda en Twitter.
Carlos, un asistente al Estéreo Picnic que lucía la camiseta de la banda, se enteró mientras guardaba sitio para escucharles y no se podía creer que la tragedia hubiera tocado de esa manera a la banda de Seattle.
“Era un referente artístico y una inspiración “, dijo compungido a Efe y añadió que para él, Hawkins era “el baterista de la banda de toda la vida” y su muerte le ha dejado “vuelto mierda”.
En el escenario donde se iban a presentar los Foo Fighters la organización del festival hizo un altar improvisado con un centenar de velas en medio de un silencio sepulcral y acompañados por cientos de fanáticos, muchos de los cuales no pudieron contener las lágrimas.
Juan Camilo, que los iba a ver por segunda vez tras haberlo hecho en 2015, dijo a Efe que Hawkins “es un básico y un referente” del rock.
“Ha sido desconcertante enterarse a 20 minutos del inicio del concierto”, afirmó el joven, que de camino al festival venía escuchando la música de los Foo Fighters.
ÍDOLO CARISMÁTICO
Hawkins era una de las figuras visibles de la banda junto al ex Nirvana Dave Grohl. En los conciertos solía dejar la batería para cantar clásicos del rock como Under Pressure, de Queen y David Bowie, o Rock n’ roll, de Led Zeppelin.
Igualmente, tras la cancelación del concierto de esta semana en Paraguay, el músico de los Foo Fighters salió a abrazar a una niña que estaba tocando la batería, una imagen que se hizo viral.
Pese a que muchos de los conmocionados fanáticos decidieron quedarse a recordar a Hawkins, los acordes de las guitarras no dejaron de sonar y después de la breve vigilia el Estéreo Picnic continuó como un homenaje a la memoria y el virtuosismo del fallecido baterista.
Con información de EFE
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